miércoles, 2 de noviembre de 2011

A NOSA TERRA NON ESQUECE ÓS SEUS



GALICIA HONRA
A SUS DIFUNTOS


Tumba de Rosalia de Castro. San Domingos de Bonaval


“Morirse en Galicia es diferente a morirse en cualquier otro país del mundo”.

“En Galicia se puede faltar a un cumpleaños, una boda o una comunión; pero nadie te perdonará si faltas a una misa de “cabo de ano”, o de difuntos”.


Tumba de Castelao. San Domingos de Bonaval


“En Galicia, la devoción a los difuntos quizás sea la más importante de las que aún conservamos. A nuestros difuntos los recordamos todo el año”.

“O campesiño galego nega que a morte sexa o fin”

"A morte non é, dende logo, cousa boa, mais tampouco é cousa á que se tema moito. "Ó fin –di a xente- morrer hai que morrer" (Vicente Risco)


Tumba de Alfredo Brañas. San Domingos de Bonaval


        Galicia vive de una forma muy especial el Dia de Difuntos. La cultura popular gallega es rica en leyendas, cuentos y otros elementos que abordan el tema de la muerte de una forma muy particular; desde luego, de una manera muy distinta a lo que se ve en el resto de España. Porque no se trata solo de que tengamos costumbres como las de visitar los cementerios y llevar flores a los familiares prácticamente durante todo el año, no sólo en el tiempo de Difuntos. Es por ello que nuestros cementerios suelen estar abiertos. En Galicia es muy normal que, en todo tiempo, y como algo totalmente natural, en nuestras iglesias se celebren misas, “cabodanos”, funerales y responsos por los familiares y amigos que se han ido. Y ya se sabe que, sobre todo en el mundo rural, nos pasamos la vida pagando religiosamente la funeraria para tener garantizado nuestro entierro como Dios manda, ahora con garantia del velatorio en un confortable –para el publico- tanatorio, recordatorios, la campana tocando a muerto todo el dia y el funeral de varios curas.

         Sobre la muerte en Galicia, Vicente Risco dejó escrito lo siguiente:

A morte non é, dende logo, cousa boa, mais tampouco é cousa á que se tema moito. "Ó fin –di a xente- morrer hai que morrer". O que se desexa é unha boa morte, con concencia e cos sacramentos todos; o contrario é "morrer coma un can". Cando un enfermo recibíu todos, din que está "despachadiño de todo" .

Y el antropólogo José Ramón Mariño Ferro afirma:

O campesiño galego nega que a morte sexa o fin. Cre que vivirá eternamente no Alén e cre nun tránsito ininterrompido, sen rupturas, entre esta vida e a outra.


Cimeterio parroquial de San Xurxo de Camariñas, A Coruña


MORRER EN GALICIA

        Parece que nuestra herencia celta tiene mucho que ver con todo esto y permite hacer afirmaciones tan atrevidas como la que leimos en un medio el año pasado: “Morirse en Galicia –decia el titular- es diferente a morirse en cualquier otro país del mundo”.

Y se daba esta explicación: “En Galicia se puede faltar a un cumpleaños, una boda o una comunión; pero nadie te perdonará si faltas a una misa de “cabo de ano”, o a una misa de difuntos. No importa los kilómetros de ida y de vuelta que haya que hacer, ni las carreteras comarcales o vecinales que haya que recorrer, hay que estar y punto. A la misa de difuntos se va a dar el pésame, a ver y ser visto, a pasar el día si es lejos, se va a hacer las cuatro comidas diarias rodeados de vecinos. No suele haber lágrimas, pero tampoco fiesta. Es la ocasión de ver a esos parientes que encontramos de tanto en tanto -quizás en otra misa de difuntos-, se va a hablar de negocios, de tierras y leiras, del tiempo…

Un cementerio gallego que se precie siempre estará cerca del pueblo y de su gente, en un lugar resguardado, y donde los parientes y amigos puedan ir a menudo a pasear y recordar a los ausentes”.


Cimeterio municipal da vila de Camariñas, A Coruña


El antropólogo social A. F. Santamariña recordó que “Vicente Risco calificó a Galicia como "o país dos mortos" por considerar que para los pueblos antiguos de la Península, Galicia fue ese "país ond´iban morar as almas dos difuntos". Lo cierto es que, en Galicia, la devoción a los difuntos quizás sea la más importante de las que aún conservamos. A nuestros difuntos los recordamos todo el año con misas, rezos, sufragios y el cabo de año, además de tenerles reservado dos días especiales de culto, cuales son el "día de Todos los Santos" y el día "Fieles Difuntos", el 1 y 2 de noviembre respectivamente, que forman ambos una única fiesta dedicada a los muertos.

Consideran algunos autores que estos días de culto a los muertos non son más que la cristianización del Samahaim, fiesta celta de comienzo del inverno o final del verano. Pero no es sobre el origen y evolución de esta celebración funeraria lo que me interesa reflexionar aquí, sino más bien sobre aquellos rituales ceremoniales y el consumo ritual de alimentos relacionados con estos días de Santos y Difuntos”.


Un cimeterio galego, onte, cheo de flores e visitantes

 
LA PRENSA GALLEGA
Todos los periódicos gallegos llevan días hablando del tema. Ayer, en EL CORREO GALLEGO, podíamos leer: “Coincidiendo con la tradición católica del Día de Todos los Santos y como ya viene siendo habitual en esta fecha, los cementerios compostelanos volverán a llenarse hoy de adornos florales depositados por sus más allegados. Al menos, así lo adelantan los responsables de varias floristerías de la ciudad, que llevan varios días trabajando "a pleno rendimiento" y en muchos casos en horario contínuo, registrando una gran afluencia de clientes. "Es un día con un significado muy especial", explican desde Dorian Floristas, en Galeras, "y la gente ha respondido muy bien".
En las jornadas previas al Día de Difuntos es tradicional que la Plaza de Abastos se vista de colorido con la venta de flores, como ocurrió ayer. Fueron muchos los que se acercaron al mercado a hacer estas compras. En el caso de los centros, el precio medio era de unos 20 euros”.
Por su parte, FARO DE VIGO se refería a la venta de flores en el mercado pontevedrés de A Ferreria: Los crisantemos fueron la flor estrella y la más demandada, tanto en forma de ramos como de centros, ya que ganan terreno las composiciones preparadas para su colocación en las tumbas y panteones. La compra de las flores (que continuará hoy) no es el único ritual ligado a Difuntos que repiten las familias ya desde el fin de semana. Así, numerosos vecinos se acercaron hasta los cementerios para depositar los ramos o realizar una limpieza que evite los peores efectos de la lluvia, que fue ayer la invitada inoportuna y también mermó seriamente las ventas del mercadillo”.
        LA VOZ DE GALICIA también se fijó en la ornamentación de las tumbas de los cementerios gallegos: “Las plantas de crisantemos son las que están registrando este año una mayor demanda. Sin embargo, los ramos de flor cortada y artificial siguen teniendo algunos adeptos.

        La visita a los cementerios para honrar a los seres queridos difuntos es inexcusable en los primeros días de noviembre. Las festividades de Todos los Santos y Fieles Difuntos tiene, en Deza y Tabeirós-Montes, una honda tradición. Ningún nicho, panteón o tumba carecerá de un ramo de flor cortada natural, artificial o de una planta de crisantemo.

«Normalmente cada persoa acude a máis dun cemiterio polo que as plantas de crisantemo resultan máis baratas cos ramos de flor cortada», explica Charo Senra de Floristería Charo de Lalín. La mayor demanda es precisamente de este tipo de plantas cuyo precio oscila entre las 1.100 y las 2.000 pesetas (12,02 euros).

Los encargos de ramos artificiales descendieron notablemente respecto a años anteriores. El motivo hay que buscarlo también en el precio «xa que un ramo costa unhas tres mil pesetas (18,03 euros)». Las plantas de crisantemo comenzaron a venderse hace quince días «debido ás boas temperaturas e porque a planta resistente máis co ramo».




A MORTE NA CANCIÓN GALEGA

        Son moitas as cancións galegas que tratan o tema da morte, ou, mellor, como adoitaban dicir os galeguistas históricos, do pasamento. É un detalle que corrobora cando levamos dito sobre a presenza deste tema, con toda normalidade, na vida galega.
        Vexamos algúns casos de temas moi populares:

Los Tamara. Varios da foto xa non están entre nós


Cada momento que pasa,
Galicia quéroche mais,
Quixera eu morrer nela
Onde morreron meus país
(Galicia, terra meiga, éxito de Ana Kiro)


… e despois na miña Terra
Quero vivir e morrer.
¡Quero morrer!
(Galicia, terra nosa, éxito de Los Tamara)


Cando xa no meu peito non sinta amor,
Cando da miña Patria non vexa o sol,
Ven, morte, ven axiña, cabo de min
Que sen amor nin Patria non sei vivir.
(Meus amores, de Golpe e Baldomir)



Miña Virxiña do Monte
Que ós mariñeiros sempre vixilas
Non permitades que morra
Lonxe da Terra, da Terra miña.
(Cantigas de Camariñas)



CIMETERIOS DE PUERTO RICO


Cimeterio de Isla Verde, Carolina


Cimeterio de Isla Verde, Carolina


Tumba do compositor puertorriqueño Rafael Hernández


Cimeterio de Maria Magdalena, sito a carón do Morro


Tumba do prócer puertorriqueño José de Diego


Cimeterio Buxeda en Cupey, San Juan


Cimeterio de Arecibo


Outra perspectiva do cimeterio de Arecibo



D.E.P.
Descansen en paz os homes do mar que nunca regresaron

1 comentario:

  1. A MI PADRE

    Han pasado tantos años
    y aún os guarda mi alma;
    con la fuerza de la calma,
    reparadora de daños,
    en calendarios extraños,
    como si hubiese sido hoy.
    -No lloréis porque yo soy
    el fuego de vuestra razón,
    abrasando el corazón
    lo avivo aunque no estoy-

    -No lloréis porque me vaya,
    vosotros sois mi relevo
    os dejo mi mundo nuevo,
    que es como ola que raya
    arenas de fina playa,
    rozándola con mi candor,
    y unas brisas de dolor,
    en mi barquilla dorada,
    llegando como encantada
    por la atalaya del mar.

    -No lloréis porque me fuera
    para una vida mejor;
    nada bueno hay sin dolor
    y, aunque el alma me hiera,
    ningún gozo haber hubiera
    que el teneros a mi lado…
    seguir siendo anhelado
    como lo fuera en la vida,
    aunque triste mi partida,
    el encuentro es más ansiado.

    Antonio Puertas

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